¿Hasta cuándo tendremos que seguir leyendo estas noticias?
¿Hasta cuándo la ley del más fuerte será la base de las relaciones humanas?
¿Hasta cuándo algunos hombres considerarán a las mujeres de su propiedad?
¿Cuándo la mujer podrá decir “no quiero seguir así, no quiero seguir contigo" sin que ello le cueste la vida?
¿Cuándo algunos hombres considerarán que existe otra vida para la mujer fuera del infierno de unas relaciones familiares destructivas?
¿Cuándo esos hombres asimilarán que aceptar la separación de su mujer no es perder hombría, ni dignidad, ni prestigio social?
¿Cuándo los políticos abordarán el problema de la violencia contra la mujer como un auténtico problema social, que produce una cantidad innumerable de víctimas desconocidas, de las que solo conocemos a las asesinadas; un problema que afecta además a los hijos, hijas, al resto de familiares y por supuesto también a los maltratadores?.
No basta con la aprobación de una ley, aunque ha sido un gran paso indudablemente. Es un problema que requiere un gran debate social para cambiar mentalidades ancladas en el pasado; un gran debate en todos los niveles de la sociedad, familiares, laborales, educativos así como en TODOS los medios de comunicación, porque no podemos permitir ni una víctima más sin sentirnos víctimas también.
Es lamentable que nuestros líderes políticos aparezcan en televisión para debatir sobre sus distintos programas electorales y no dediquen ni un minuto a ofrecer alternativas para abordar un problema realmente dramático.
Quizás también habrá que borrar de la ceremonia de la boda esa fórmula “hasta que la muerte nos separe”.
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