El 2008 no nos da tregua. 7 mujeres asesinadas por violencia machista desde principios de años.
La última el 22 de Enero: un joven asesina a su novia de 20 años quemándola viva en un descampado de Alcalá de Henares (Madrid).
UNA por UNA
Los conventos han sido muchas veces refugio de mujeres que no quisieron acatar la voluntad de un hombre. Este es el caso de María Coronel, dama del siglo XIV, que se desfiguró la cara para huir del acoso del rey Pedro I de Castilla.
María Coronel, hija de un rico noble castellano, tuvo una vida llena de penalidades causadas por las luchas en una Castilla dividida por continuas guerras civiles y por el abuso de poder de un rey, llamado el Cruel por sus detractores y el Justiciero por su partidarios, que se encaprichó perdidamente de ella.
El marido de María Coronel, Juan de la Cerda, se levantó en armas contra el rey y éste mandó decapitarlo, destruyó su palacio y le arrebató todas sus riquezas. Cuando María fue a pedir clemencia, el rey se enamora de ella y ante sus continuos requerimientos amorosos ella decide retirarse al convento de Santa Clara de Sevilla.
Sin embargo, dentro del convento el rey sigue acosándola; de forma drástica ella decide acabar con su asedio echándose aceite hirviendo en la cara y desfigurándose por completo.
Cuenta la leyenda que el rey sobrecogido y arrepentido implora perdón a la dama y en compensación le concede lo que ella desea. Así María decide construir sobre las ruinas de su antigua casa el Convento de Santa Inés, convirtiéndose en la primera abadesa hasta su muerte a los 73 años.
En el Real Convento de Santa Inés todos los 2 de Diciembre se sigue mostrando en una urna de cristal el cuerpo incorrupto de Doña María.
La figura de María Coronel ha sido adornada con multitud de anécdotas; en su vida se entrecruzan realidad y ficción. Forma parte de la Sevilla de leyenda.
Artículo redactado con la colaboración de la alumna Carolina Ventura de 2º de Bto.
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