En 1941, después de quedar embarazada, ella volvió a Canadá, donde tuvo a su primera hija. Barker intentó visitarla, pero la familia de Elizabeth utilizó sus influencias para que as autoridades impidiesen su entrada en el país. Ella regresó a los Estados Unidos y poco después, en plena guerra, se trasladó a Londres, donde Barker residía. En Londres tuvo a su segundo hijo. Durante todo este tiempo realizó trabajos de administrativa.
Fue en esos años en los que escribió su obra más conocida, En Gran Central Station me senté y lloré. Se publicaron dos mil ejemplares en 1945, pero el libro no tuvo realmente éxito hasta mucho tiempo después. Es una obra de ficción, pero con marcados tintes autobiográficos, en torno a su relación con Barker. El libro disgustó enormemente a la madre de Elizabeth, que destruyó todos los ejemplares que pudo conseguir y logró que se prohibiera su publicación en Canadá.
Elizabeth todavía tendría dos hijos más con Barker, que nunca llegó a dejar a su esposa. De hecho, tuvo un total de quince hijos con diversas mujeres.
La relación de ambos fue problemática y tumultuosa. Ambos bebían y tenían frecuentes altercados. Pero el amor enfermizo que Elizabeth sentía por el poeta, una verdadera obsesión, duraría toda su vida.
Cuando quedó encinta de su tercer hijo, Elizabeth fue despedida del Ministerio de Cultura, en el que trabajaba en Londres. A partir de entonces trabajó como redactora de anuncios, y después en la revista Queen, de la que llegó a ser editora. En este tiempo disminuyó su dependencia de Barker y vivió una vida más libre.
En Gran Central Station me senté y lloré había circulado mientras tanto por Nueva York y Londres como libro de culto. Fue republicado en 1966 con gran éxito de crítica. Elizabeth se retiró a una casa de campo en Suffolk. Allí escribió la mayor parte de su obra. Escribió mucho, como queriendo recuperar el tiempo perdido. En 1977, después de 32 años de ausencia del mundo editorial, publicó dos nuevas obras, The Assumption of the Rogues & Rascals y una pequeña colección de poemas, A Bonus. Siguieron In the Meantime (1984), una antología de poesía y prosa, y sus dos volúmenes de diarios: Necessary Secrets: The Journals of Elizabeth Smart (1986).
Murió en Londres de un ataque al corazón.
¿Quién, si lloro, me escucharía entre las órdenes angelicales?
Estoy lejos, más allá de esa isla de los días donde, una vez, según parece, vi crecer una flor y conté los pasos del sol, y alimenté, si mi memoria me es fiel, al animal sonriente en su hora señalada. Recibo heridas, heridas con ojos que ven un mundo triste, que siempre será así, incurable y a la vista, y bocas que cuelgan en el cielo de sangre.
¿Cómo puedo ser amable? ¿Cómo puedo encontrar el alivio del pájaro que construye el nido día a día?. La necesidad no proporciona alas de terciopelo con las que escapar.
3 comentarios:
Gracias por descubrirnos a esta escritora. El fragmento seleccionado me empuja a la librería para hacerme con su obra.
Hola, quiero recomendarles que vean el video "eu e o polvo", una obra diferente sobre la sexualidad femenina:
http://www.conretranca.blogspot.com/
Saludos
Eulogia
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