Un informe publicado en el diario El País el día 9 de mayo, por Jorge Calero, catedrático de Economía Aplicada estima que sólo el 50,7% de la población estudiantil andaluza se matricula en la educación posobligatoria, por debajo de la media nacional (62%) y bastante por debajo de la media de la UE (76,4%). Así pues, según este estudio, Andalucía es una de las regiones con menor porcentaje de estudiantes matriculados en secundaria no obligatoria. Las causas que este estudio establece y que, a mi juicio son muy discutibles, son:
- motivos sociales: apertura del mercado laboral a los jóvenes que provoca el absentismo en la etapa posobligatoria.
- motivos políticos: al no existir políticas educativas dirigidas a la expansión de las etapas no obligatorias.
(¿Tan fácil es el acceso al mercado laboral de los jóvenes en Andalucía?)
(¿No habría que añadir también el escaso valor que socialmente tienen los estudios y en general los distintos aspectos educativos?)
Sin entrar más en valoraciones del estudio, me limitaré a ofrecer algunos datos relevantes del mismo:
(¿No habría que añadir también el escaso valor que socialmente tienen los estudios y en general los distintos aspectos educativos?)
Sin entrar más en valoraciones del estudio, me limitaré a ofrecer algunos datos relevantes del mismo:
En el año 2002 de las mujeres que estudiaban posobligatoria, el 76,3% lo hacían en bachillerato, y de los hombres el 66,3%. Esto es debido, según el estudio, a un mejor resultado académico previo en el caso de las mujeres que en los hombres, en los que se produce un mayor abandono en la continuidad de los estudios y una mayor participación en los Ciclos Formativos de Grado Medio. Por contra, las mujeres suelen estudiar ramas con menor inserción laboral.
No dejan de ser curiosos los datos aportados por este estudio tras los que he encontrado una continuidad en otro, publicado por el Diario de Sevilla de 15 de mayo, y que forma parte del anuario estadístico editado por la Universidad de Sevilla y del que resalto algunos datos:
- De los 61.345 alumn@s matriculad@s en el curso 2004-05, el 52,77 eran mujeres.
- Las mujeres son mayoría en 21 de las 30 escuelas y facultades de la universidad.
- En Ciencias de la Educación las mujeres representan el 78,2%. Dentro de esta Facultad, el 65,8% son hombres en la titulación de Educación Física y el 92% son mujeres en la titulación de Educación Infantil.
- Los estudios de Diplomatura en Enfermería tienen una media de participación de mujeres en torno al 76,5%.
- La facultad de Odontología tiene un 72 % de mujeres.
- La de Medicina un 66,1%.
- Todos los estudios de Ciencias, a excepción de Física (28,3%), tienen mayoría de mujeres, incluida Matemáticas con un 56,6%.
- De todas las titulaciones, sólo en las Ingenierías, Arquitectura, Filosofía, Física y Empresariales, la presencia de la mujer está por debajo de la media del 52,77%.
Estos datos, no cabe duda, son abrumadores. Sin embargo la presencia del profesorado en la Universidad es mayoritariamente de hombres: 68,17%. En el cuerpo de catedráticos de esta Universidad sólo el 10,63% son mujeres. En el escalón más bajo, ayudante no doctor, la presencia de la mujer supone el 51,25%. Para terminar, en el año 2005, tras las pruebas de habilitación marcadas por la LOU, se han incorporado a la plantilla como funcionari@s 2 mujeres ( una como titular y otra como catedrática) y sin embargo lo han hecho 13 hombres (11 como titulares y 2 como catedráticos).
Esto son simplemente cifras que, sin lugar a dudas, dan pie a muchos comentarios...
4 comentarios:
El debate sría interminable, pero creo que las mujeres seguimos siendo en general menos ambiciosas. O más, según se mire: no solo yo, sino casi todas mis amigas, preferimos abarcar todos los campos a destacar en uno: la profesión, la familia, las aficiones... mientras la elección sea libre no es problema. Quizás la persona infeliz es la que sacrifica ese equilibrio a la consecución de un único objetivo. Una vez más, la educación pesa, pero... ¿dónde está la felicidad?
No es de extrañar que sólo un 10% de los catedráticas sean mujeres. Es el techo de cristal que aunque invisible no podemos romper, lo observamos en los altos puestos de cualquier empresa, en la política, e incluso en nuestros equipos directivos.
¿Dónde está la felicidad?, se pregunta Meli. Para algunas puede que esté en una cátedra, o simplemente en una plaza de titular en una universidad- Pero, los y las que llevan años para conseguir esa plaza bien saben que con sueldos míseros e inestabilidad laboral, difícilmente podrán alcanzar ese equilibrio que busca Meli, o bien aspirar a formar una familia. La precariedad laboraral que afecta a tod@s, especialmente se ceba con las mujeres.
A esto tendríamos que añadir, los estereotipos sobre el ejercicio del poder, en los que todos y todas caemos.
Interesante artículo de Eulalia Pérez Sedeño, directora de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT):
"En estos momentos las mujeres que se incorporan a la universidad española constituyen el 55 por ciento, en cambio del porcentaje de profesoras alcanza solo al 37 %. Esta situación no es normal. En los años noventa en la universidad española las mujeres eran mayoría, dieciséis años después sólo el 37 % del profesorado está compuesto por ellas. Este es un mal indicador que empeora cuando revisamos la cifra de las catedráticas con sólo un 13 %."
Artículo completo en Universia.
Podemos encontrar más datos en la misma línea en este interesante artículo de Ibasque.
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