sábado, octubre 18, 2008

Berta Wilhelmi (1858-1934)

Una por Una

El horror continúa; cada vez más parecido a una película de miedo. Rosario G.R. de 41 años, es asesinada por su marido con un taladro, en Motil, Granada. A continuación se suicidó. El marido ex guardia civil de 51 años. Tenían dos hijos, de 14 y 15 años.


En su memoria traemos a Berta Wilhelmi natural de Heilbronn, Alemania, y afincada en Granada desde 1870, cuando ya tenía 12 años. Su padre montó dos fábricas de papel en Granada (una en Dúdar y otra en la capital) Su educación alemana y la formación liberal y laica que recibió forjó la personalidad de una mujer luchadora e inconformista.

Según Mª Dolores Mirón, de la Universidad de Granada:

"A los dieciocho años se casó con Fernando Dávila Zea, de familia noble granadina. Tuvo dos hijos a los que inculcó la lengua y cultura alemanas y realizó frecuentes viajes a Alemania para no romper con sus raíces.

Tanto en su vida privada como en su actividad pública, Berta no se ciñó al patrón de esposa y madre propio de las mujeres de su clase y época.

Mujer de gran inteligencia, fuerza y buenos sentimientos, feminista y amante de la naturaleza, fue pronto conocida en Granada por sus escritos y la ejemplaridad de su vida, siendo calificada en su momento como «ilustre señora», «insigne escritora o «dama ejemplar». Progresista, libre de prejuicios, de fuerte carácter y respetuosa con otras ideas, llevó a cabo en Granada una enorme labor en muy diversos ámbitos, entre los que destacan los de carácter pedagógico y filantrópico, llevada por su preocupación por la regeneración física y moral.

En 1889, en conexión con la Institución Libre de Enseñanza, puso en marcha la Primera Colonia Escolar en Granada, que llevó a Almuñécar a los primeros niños y niñas pobres que pudieron disfrutar de unas vacaciones pedagógicas. En 1892 asistió al Congreso Pedagógico Hispano-Portugués-Americano en Madrid. Sus relaciones con la Institución Libre de Enseñanza quedan también manifiestas en sus publicaciones en el B.I.L.E., así como en su amistad personal con Hermenegildo Giner y Fernando de los Ríos, agrupándose su círculo de amigos en torno al partido radical, y evolucionando hacia las posiciones ideológicas del socialismo liberal.

Hacia 1900 se hizo cargo, hasta su desaparición, de la dirección de la fábrica de papel que montó la familia en Pinos Genil, y que estuvo en funcionamiento hasta principio de los años treinta de este siglo. En esta localidad, creó totalmente a sus expensas, en 1912, una escuela mixta y una biblioteca popular con 600 volúmenes. El grupo escolar de este pueblo lleva su nombre hoy en día. Por iniciativa de Berta Wilhelmi se inició en Granada la lucha antituberculosa. Con un plan perfectamente coordinado, se documentó acerca de la enfermedad y de los últimos avances médicos en la lucha contra ella. El primer centro fundado gracias a su iniciativa se ubicó, en 1919, en una casita de El Purche llamada «Las Acacias». Poco tiempo después, ella misma crearía el Patronato Antituberculoso de la Alfaguara, con la ayuda de los doctores Alejandro Otero y José Blasco Reta. En 1923 se inauguró el Sanatorio de la Alfaguara, especializado en el tratamiento de la tuberculosis, y en 1924 organizó un preventorio para niños y niñas, con todas las características de una escuela al aire libre.


En la primavera de 1931, un derrame cerebral la inutilizó física y mentalmente, muriendo finalmente el 29 de julio de 1934."

El pensamiento feminista de Berta Wilhelmi queda patente en la ponencia presentada al Congreso Pedagógico Hispano-Portugués-Americano, titulada «La aptitud de la Mujer para todas las profesiones»:

“Si la mujer pide por derecho propio el ejercicio de todas las profesiones, participar en las conquistas de la ciencia, cooperar a la solución de los problemas sociales, creemos que pide lo justo: pide la rehabilitación de media humanidad” (“La aptitud de las mujeres para todas las profesiones” en Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, nº 388, 1893, pag. 101) Texto del libro de Consuelo Flecha “Las primeras universitarias en España”


16 comentarios:

Pilar Flores dijo...

Esa foto del sanatorio de la Alfaguara es mía. Quizá la proxima vez que utlices una foto del flickr o cualquier otro lugar de Internet, no olvides mencionar al autor o autora. Gracias

Juana G. Linares dijo...

Perdón, no sabía que fuera tuya. Me la pasó un compañero y, fallo mío, no comprobé la fuente.

Anónimo dijo...

perdona pero una de la fafricas no la moto en Dudar sino en el municipio de Pinos Genil que esta mas cerca de la capital...

Juana G. Linares dijo...

Gracias por la precisión

Anónimo dijo...

Sepa usted que Pinos Genil es un pueblo mucho mas importante que Dudar, ya que Pinos Genil pertenece al cinturón metropolitano de Granada. Antes de escribir nada documente se bien, pues en todos los blogs que e visto sobre el tema se menciona a Pinos Genil, donde no solo monto la fabrica, sino también unas escuelas y una biblioteca para niños y adultos, que dono al ayuntamiento. Además construyo el primer pozo, actual fuente en su honor.


Gracias por ser una de tantos que olvidar a un pueblo con tanta historia

Anónimo dijo...

Sepa usted que Pinos Genil es un pueblo mucho mas importante que Dudar, ya que Pinos Genil pertenece al cinturón metropolitano de Granada. Antes de escribir nada documente se bien, pues en todos los blogs que e visto sobre el tema se menciona a Pinos Genil, donde no solo monto la fabrica, sino también unas escuelas y una biblioteca para niños y adultos, que dono al ayuntamiento. Además construyo el primer pozo, actual fuente en su honor.


Gracias por ser una de tantos que olvidar a un pueblo con tanta historia

Anónimo dijo...

Juana no se atreve usted a responder a la correcion..!

Juana G. Linares dijo...

Bien, parece ser que fue en Pinos Genil y no en Dúdar, donde se levantó la fábrica, según el comentarista anónimo, como ya agradecimos el día 3 del 07 de 2012

Anónimo dijo...

Parece ser que la monto no esque la monto!! dio trabajo a cientos de personas en el pueblo, es mas aun sigen en pie las ruinas de lo que fue la fabrica... .

Anónimo dijo...

es mas tan agradecida estaba la gente del pueblo a doña Bertha (como popularmente se la conoce) que cuando esta fallecio hombres del pueblo llevaron a hombros su feretro. También gracias a la gente del pueblo la fabrica se salvo de perecer en un terrible incendio. Hoy en dia la fabrica sigue en pie aunque en ruinas

Juana G. Linares dijo...

Gracias nuevamente por la precisión, sirve para engrandecer más aún la figura de la protagonista, lo que favorece el sentido de esta entrada que no es otro que rescatar la figura de una mujer tan excepcional.

Anónimo dijo...

Este anonimo ,aparte de ser un poco irascible y yo diria que hasta un poco maleducado,esta mal informado.Si que habia una fabrica en Dudar,de hecho fue la primera que se monto.Luego montaron la de Granada,y por ultimo la de Pinos Genil que se llamaba "El Blanqueo".Antes de echar la bulla tambien hay que documentarse correctamente.Un saludo

Vico dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Vico dijo...

Aquién le importa de quién sea la foto del sanatorio o si la fábrica está en Dudar o en Pinos Genial? Aquí lo que interesa es la figura de esta maravillosa mujer, una dama rebelde que tendió una mano al progreso.
Gracias por acercarnos la figura de Bertha más allá de los fantasmas que estigmatizan su leyenda.
¡ Me ha encantado el artículo!
Un saludo

Unknown dijo...

Anónimo eres muy desagradable, para decir los fallos de los demás, cuestionate si cuando tu fallas, te gustaría que te tratasen así..., y lo mal que está no dar la cara para hacer una critica,eso es de cobardes .

Anónimo dijo...

El hijo de esta señora fue piloto militar en Granada y falleció en 1925 en un accidente de exhibición de vuelo. Su nombre fue dado al aeródromo militar de Armilla y al pabellón infantil creado en 1926 en la Alfaguara. Es interesante anotar que el arquitecto del sanatorio fue su hermano Fernando.
Tras ser abandonado como centro terapéutico en 1943 los jesuitas lo usaron como centro de retirada espiritual invitados por el padre Huelin, sacerdote oficial del sanatorio.
Pocos saben que allí hubo un pequeño cementerio dada la mala imagen que daban las carretas con los fallecidos que llegaban a Alfacar.
La aparición de los antibióticos y la estreptomicina asociados a la vacuna redujeron tanto los casos de tisis que por eso el sanatorio dejó de ser rentable.