Ha llegado el verano y con él el bombardeo de imágenes dirigidas a las mujeres para preparar su cuerpo para la exhibición anual en playas, piscinas y fiestas veraniegas. ¡¡¡ Chicas, hay que estar delgadas para lucir un cuerpo perfecto !!!. Adelgazar a toda costa y rápido se nos impone sin mostrarnos el catálogo de riesgos para nuestra salud y nuestro bolsillo. Cuerpos, como el de Kate Moss en la campaña publicitaria de 1995 para la colonia de hombre "Obsessión"" de Calvin Klein, se nos muestran escuálidos y enfermizos.
Afortunadamente, desde muchos frentes, se lucha contra estas agresiones publicitarias como, por ejemplo, el grupo artístico Adbusters, expertos en deconstruir las imágenes de nuestra cultura visual.
Los defiles de moda nos siguen mostrando igualmente cuerpos femeninos enfermizos que son un insulto a las mujeres. Lo que importa no es el cuerpo sino el diseñador, la marca empresarial, el modelito exclusivo... el consumo, en fin. Y es que mantener el tipo y el glamour vale una pasta además de un grave riesgo para nuestra salud física y psicológica.
Afortunadamente, desde muchos frentes, se lucha contra estas agresiones publicitarias como, por ejemplo, el grupo artístico Adbusters, expertos en deconstruir las imágenes de nuestra cultura visual.
Los defiles de moda nos siguen mostrando igualmente cuerpos femeninos enfermizos que son un insulto a las mujeres. Lo que importa no es el cuerpo sino el diseñador, la marca empresarial, el modelito exclusivo... el consumo, en fin. Y es que mantener el tipo y el glamour vale una pasta además de un grave riesgo para nuestra salud física y psicológica.
2 comentarios:
Vamos a ver...
El primer anuncio es de la marca DOVE. Cierto que va dirigido a mujeres. Pero es de las primeras marcas que se han apuntado a utilizar mujeres reales en sus spots: no es que eso quiera decir nada, seguro que es simple cuestión de marketing.
Pero es que el protagonista del segundo es un hombre...
De todas formas, tomar el sol no es bueno para nuestra piel: la mancha y la arruga y, para colmo, puede producir cáncer. Eso como mensaje para todos y todas.
Sobre la publicidad de Calvin Klein: tanto la presentación, como los y las modelos, como los mensajes, como los productos en sí mismos, son desechables.Habría que recurrir a los estudios de mercado, pero creo que no consigue la marca una penetración en nuestros hábitos de consumo, ni siquiera conozco a ningún hombre que use unos calzoncillos Calvin Klein, producto estrella de la marca.
Y no sé si son figuraciones mías, puesto que no he estudiado técnicas de mercado, pero me da la impresión de que toda su estética, que pretende ser preponderantemente maculina, sin concesión alguna a la femineidad (su modelo femenina, Kate Moss, es el mascarón de proa del buque "Andrógino"), no consigue calar en nuestra sociedad, que tanto ama el color, la armonía y todo lo que implica el adjetivo latino "mollis", cuyo origen etimológico explica el de la palabra "mujer".
¿Hay curiosidad al respecto?
KQ tiene su nicho de mercado, es un sector gay de alto poder adquisitivo y especialmente preocupado por el culto al cuerpo. La denigración del cuerpo femenino puede tener un sentido en ese contexto. A la vez la mercadotecnia está haciendo extensivos a todo a todo un colectivo los mismos valores estéticos: fuera grasa, fuera pelos. La consecuencia es machacarse en los gimnasios, acudir al laser, sufrir con la cera. Ya no solo en el entorno gay, nuestros futbolistas están imponiendo la depilación entre los chicos hetero. Se extiende el lema para presumir hay que sufrir.
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