El fin de semana pasado nuevamente nos ha sacudido con la muerte de otras dos mujeres a manos de un hombre, ex pareja de una de ellas. El hecho ocurrió en Abarán (Murcia), el día dos de octubre. J.O.L. de 74 años mató a una mujer de 40 años, al parecer su ex pareja, y a otra mujer de 75 años a la que la víctima cuidaba. Nos quedamos sin palabras para denunciar una vez más el horror de estas muertes.
En honor de estas dos mujeres recordamos a una mujer excepcional, dos veces reina, de Francia e Inglaterra, madre de reyes, Ricardo Corazón de León y Juan sin Tierra, de Inglaterra, y Leonor, esposa de Alfonso VIII de Castilla. Se trata de Leonor de Aquitania
Hace años que leí la biografía de Leonor de Aquitania, escrita por Jean Markale. Fue una época en que leí también La ciudad de las Damas, de Cristina de Pizan y las Cartas de Eloísa y Abelardo, todas ellas mujeres de la llamada Edad Media o Edad Oscura (cada vez menos oscura a medida que se profundiza en su estudio). En cada una de ellas descubrí la fuerza que transmitían en sus actos, la firme convicción en la exposición de sus ideas, la profunda riqueza de su formación cultural y su modernidad al defender la educación y el valor de las mujeres, en contra del pensamiento generalizado.
Desde entonces quedé fascinada por ella y no encontraba momento para rescatarla, para descubrir ligeramente el velo del tiempo que oculta su recuerdo en el olvido.
Leonor de Aquitania nació en Poitiers en 1122, hija de Guillermo X, duque de Aquitania, y nieta de Guillermo IX el Trovador, del que se conservan once poemas y que participó en la Primera Cruzada (1101) tras la caída de Jerusalén. Leonor recibió una educación esmerada en la corte que su abuelo había creado rodeado de músicos y trovadores que sería el germen de la lírica provenzal y del amor cortés, tan admirados por el "Dolce stil nuovo" italiano de Dante y Petrarca.
A los quince años, 1137, tras la muerte de su padre y su hermano, Leonor se convierte en la heredera del ducado de Aquitania, territorio mayor que los dominados por el rey de Francia. A los pocos meses, por intereses políticos, se ve casada con el futuro Luis VII, de dieciséis años y de una formación religiosa y muy austera. La alegría de Leonor, su espontaneidad, su corte de músicos y trovadores, contrastaron enormemente en el ambiente sobrio y silencioso de la corte parisina. Desde el principio se vio rechazada por considerarla una pueblerina que hablaba en un dialecto provinciano, la lengua de oc.
Ese mismo año muere el rey de Francia y se convierte, junto con Luis VII en los jóvenes reyes de Francia, la potencia más importante del momento.
Pronto surgieron tensiones en la pareja, agudizadas por la ausencia de descendencia. A los ocho años de matrimonio nació María, futura Condesa de Champaña y la primera mujer poeta de Francia. En 1147, marchan a la Segunda Cruzada que predicaba Bernardo de Claraval, que luego difundiría la orden del Císter por toda Europa. En Antioquía, Leonor encontró a su tío Raimundo de Poitiers, hombre culto y apuesto, gran mecenas de trovadores y músicos, al estilo de Provenza, con el que pasó largas veladas mientras decidían si dirigirse a Jerusalén o a Cesarea y Alepo, ciudades ocupadas por los sarracenos. La familiaridad de Leonor con Raimundo despertó en Luis VII los celos y obligó a Leonor a abandonar Antioquía y, sin conquistar Jerusalén, volver a Francia. Según las crónicas de la época, Luis VII utilizó incluso la violencia física contra Leonor. Ésta decidió acudir al Papa para solicitar la nulidad del matrimonio, de ahí que, a la vuelta pasaran por Roma. La pareja pareció reconciliarse y fruto de esa momentánea reconciliación nació Alix, futura Condesa de Bloise en 1151. Ahora fue el rey, tras el nacimiento de otra niña, quien solicitó la anulación matrimonial al Papa basándose en el parentesco que familiar que existía con Leonor (curioso que ese mismo parentesco no fuera obstáculo para el matrimonio y sí lo fuera para su disolución). La separación devolvió la libertad a Leonor y con ella recuperó toda su dote volviendo a ser duquesa de Aquitania en marzo de 1152.
Escasamente dos meses después, en mayo del mismo año, Leonor contrajo matrimonio con un joven inglés de 18 años cuando ella cumplía ya los 30. El joven sería poco después Enrique II de Inglaterra que formaría el Imperio Angevino al unir los amplios territorios de Leonor con los suyos. El hecho supuso una ofensa para Luis VII que se declaró enemigo de la pareja y que iniciaría un conflicto entre Francia e Inglaterra que llegaría hasta la Guerra de los Cien Años en el siglo XV.
Sin duda fue un matrimonio de amor, al menos por parte de Leonor. Al parecer fue ella la que se declaró a él por medio de una misiva muy convincente. Tuvieron ocho hijos, cinco varones y tres hembras.
Leonor estableció la corte en Poitiers, rodeada de artistas, músicos, trovadores, si bien sus viajes a Inglaterra eran frecuentes y allí nacieron la mayoría de sus hijos. Fueron los años más productivos culturalmente hablando: allí nació el amor cortés y allí se elaboraron las historias épicas de la corte del rey Arturo, fruto de los trabajos de investigación para rescatar antiguas narraciones orales celtas. Leonor, como su hija María, fue mecena de escritores como André Le Chapelain y Chrétien de Troyes, autor de Lancelot o el Caballero de la carreta. Su influencia fue tal que llegaría a ser la encarnación de la reina Ginebra según aparece tratada en las crónicas artúricas.
En 1173, los escarceos amorosos de Enrique con Rosamunda Clifford se hacen insostenibles y Enrique intenta conseguir la anulación de su matrimonio con Leonor para casarse con Adela de Francia, hija de Luis VII de Francia, antiguo marido de Leonor. Adela estaba ya prometida a su hijo Ricardo.
En honor de estas dos mujeres recordamos a una mujer excepcional, dos veces reina, de Francia e Inglaterra, madre de reyes, Ricardo Corazón de León y Juan sin Tierra, de Inglaterra, y Leonor, esposa de Alfonso VIII de Castilla. Se trata de Leonor de Aquitania
Hace años que leí la biografía de Leonor de Aquitania, escrita por Jean Markale. Fue una época en que leí también La ciudad de las Damas, de Cristina de Pizan y las Cartas de Eloísa y Abelardo, todas ellas mujeres de la llamada Edad Media o Edad Oscura (cada vez menos oscura a medida que se profundiza en su estudio). En cada una de ellas descubrí la fuerza que transmitían en sus actos, la firme convicción en la exposición de sus ideas, la profunda riqueza de su formación cultural y su modernidad al defender la educación y el valor de las mujeres, en contra del pensamiento generalizado.
Desde entonces quedé fascinada por ella y no encontraba momento para rescatarla, para descubrir ligeramente el velo del tiempo que oculta su recuerdo en el olvido.
Leonor de Aquitania nació en Poitiers en 1122, hija de Guillermo X, duque de Aquitania, y nieta de Guillermo IX el Trovador, del que se conservan once poemas y que participó en la Primera Cruzada (1101) tras la caída de Jerusalén. Leonor recibió una educación esmerada en la corte que su abuelo había creado rodeado de músicos y trovadores que sería el germen de la lírica provenzal y del amor cortés, tan admirados por el "Dolce stil nuovo" italiano de Dante y Petrarca.
A los quince años, 1137, tras la muerte de su padre y su hermano, Leonor se convierte en la heredera del ducado de Aquitania, territorio mayor que los dominados por el rey de Francia. A los pocos meses, por intereses políticos, se ve casada con el futuro Luis VII, de dieciséis años y de una formación religiosa y muy austera. La alegría de Leonor, su espontaneidad, su corte de músicos y trovadores, contrastaron enormemente en el ambiente sobrio y silencioso de la corte parisina. Desde el principio se vio rechazada por considerarla una pueblerina que hablaba en un dialecto provinciano, la lengua de oc.
Ese mismo año muere el rey de Francia y se convierte, junto con Luis VII en los jóvenes reyes de Francia, la potencia más importante del momento.
Pronto surgieron tensiones en la pareja, agudizadas por la ausencia de descendencia. A los ocho años de matrimonio nació María, futura Condesa de Champaña y la primera mujer poeta de Francia. En 1147, marchan a la Segunda Cruzada que predicaba Bernardo de Claraval, que luego difundiría la orden del Císter por toda Europa. En Antioquía, Leonor encontró a su tío Raimundo de Poitiers, hombre culto y apuesto, gran mecenas de trovadores y músicos, al estilo de Provenza, con el que pasó largas veladas mientras decidían si dirigirse a Jerusalén o a Cesarea y Alepo, ciudades ocupadas por los sarracenos. La familiaridad de Leonor con Raimundo despertó en Luis VII los celos y obligó a Leonor a abandonar Antioquía y, sin conquistar Jerusalén, volver a Francia. Según las crónicas de la época, Luis VII utilizó incluso la violencia física contra Leonor. Ésta decidió acudir al Papa para solicitar la nulidad del matrimonio, de ahí que, a la vuelta pasaran por Roma. La pareja pareció reconciliarse y fruto de esa momentánea reconciliación nació Alix, futura Condesa de Bloise en 1151. Ahora fue el rey, tras el nacimiento de otra niña, quien solicitó la anulación matrimonial al Papa basándose en el parentesco que familiar que existía con Leonor (curioso que ese mismo parentesco no fuera obstáculo para el matrimonio y sí lo fuera para su disolución). La separación devolvió la libertad a Leonor y con ella recuperó toda su dote volviendo a ser duquesa de Aquitania en marzo de 1152.
Escasamente dos meses después, en mayo del mismo año, Leonor contrajo matrimonio con un joven inglés de 18 años cuando ella cumplía ya los 30. El joven sería poco después Enrique II de Inglaterra que formaría el Imperio Angevino al unir los amplios territorios de Leonor con los suyos. El hecho supuso una ofensa para Luis VII que se declaró enemigo de la pareja y que iniciaría un conflicto entre Francia e Inglaterra que llegaría hasta la Guerra de los Cien Años en el siglo XV.
Sin duda fue un matrimonio de amor, al menos por parte de Leonor. Al parecer fue ella la que se declaró a él por medio de una misiva muy convincente. Tuvieron ocho hijos, cinco varones y tres hembras.
Leonor estableció la corte en Poitiers, rodeada de artistas, músicos, trovadores, si bien sus viajes a Inglaterra eran frecuentes y allí nacieron la mayoría de sus hijos. Fueron los años más productivos culturalmente hablando: allí nació el amor cortés y allí se elaboraron las historias épicas de la corte del rey Arturo, fruto de los trabajos de investigación para rescatar antiguas narraciones orales celtas. Leonor, como su hija María, fue mecena de escritores como André Le Chapelain y Chrétien de Troyes, autor de Lancelot o el Caballero de la carreta. Su influencia fue tal que llegaría a ser la encarnación de la reina Ginebra según aparece tratada en las crónicas artúricas.
En 1173, los escarceos amorosos de Enrique con Rosamunda Clifford se hacen insostenibles y Enrique intenta conseguir la anulación de su matrimonio con Leonor para casarse con Adela de Francia, hija de Luis VII de Francia, antiguo marido de Leonor. Adela estaba ya prometida a su hijo Ricardo.
El enfrentamiento entre Enrique II, Leonor y Ricardo está servido. Leonor intentó recuperar para su hijo Ricardo sus posesiones francesas pero Enrique no lo consintió; se produjo una rebelión de Ricardo y su hermano Godofredo contra su padre. Enrique reprimió la revuelta y Leonor fue encerrada en Salisbury hasta la muerte del rey en 1189.
Tras su liberación fue regente de Inglaterra hasta la vuelta de su hijo Ricardo Corazón de León hasta su vuelta de la Tercera Cruzada.
Una de sus hijas, Leonor de Plantagenet, se casaría con Alfonso VIII de Castilla, y sería la fundadora del monasterio cisterciense de Las Huelgas de Burgos, casa madre de todas las abadías femeninas de Castilla.
En 1200, casi con ochenta años, nuestra protagonista viajó a Castilla para elegir entre sus nietas a Blanca de Castilla, la que sería la esposa del futuro rey de Francia Luis VIII.
Finalmente se retiró a la abadía de Fontevrault, donde murió en 1204 y fue enterrada junto con su esposo Enrique II y su hijo Ricardo.
"Se puede decir que, sin Leonor de Aquitania, no habría literatura cortés, por lo menos en lengua francesa y que la mayoría de las leyendas celtas relativas al amor serían completamente ignoradas en la Europa cultivada del siglo XII". Jean Markale
Tras su liberación fue regente de Inglaterra hasta la vuelta de su hijo Ricardo Corazón de León hasta su vuelta de la Tercera Cruzada.
Una de sus hijas, Leonor de Plantagenet, se casaría con Alfonso VIII de Castilla, y sería la fundadora del monasterio cisterciense de Las Huelgas de Burgos, casa madre de todas las abadías femeninas de Castilla.
En 1200, casi con ochenta años, nuestra protagonista viajó a Castilla para elegir entre sus nietas a Blanca de Castilla, la que sería la esposa del futuro rey de Francia Luis VIII.
Finalmente se retiró a la abadía de Fontevrault, donde murió en 1204 y fue enterrada junto con su esposo Enrique II y su hijo Ricardo.
"Se puede decir que, sin Leonor de Aquitania, no habría literatura cortés, por lo menos en lengua francesa y que la mayoría de las leyendas celtas relativas al amor serían completamente ignoradas en la Europa cultivada del siglo XII". Jean Markale
Consultas:
http://www.telepolis.com/cgi-bin/web/DISTRITODOCVIEW?url=/losceltas/doc/Historia/leonoraquitania.htm
http://rosadeinfinitosvientos.spaces.live.com/Blog/cns!4BD0AA9087F6C989!1344.entry
http://es.wikipedia.org/wiki/Leonor_de_Aquitania
http://historia.alamedianoche.com/leonor-de-aquitania/
http://www.terra.es/personal/jtc78847/hazim.htm
1 comentario:
Maravillosa figura que supera con creces a muchas que 800 años después no se han dado cuenta del papel que mujeres como Leonor de Aquitania han jugado a su favor. Muy buena entrada!!
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