Nuestra compañera Meli San Martín acaba de pasarnos esta presentación que merece ser conocida para saber de dónde venimos y para comprender muchos comportamientos de nuestra sociedad actual. Queda muchísimo trabajo por hacer para que la mujer recupere su personalidad propia, independiente y libre.
2 comentarios:
Cierto q cuando yo tenía q escuchar esas instrucciones para comportarme como buena esposa, me atrevía a objetar a la profesora, diciéndole q yo pensaba trabajar y q, probablemente, llegaría a casa a la misma hora q mi marido, cosa q mi madre hacía tb. La señora no se cortaba un pelo y con tono maternal e indulgente explicaba q el capricho de trabajar las mujeres casadas normalmente se aparcaba con la llegada del primer hijo.
No cabe duda que los frutos de tan bestial educación aún perviven en nuestra sociedad y todavía tendrá que pasar alguna que otra generación para que desaparezcan. ¿Os acordáis de el libro de Luis Otero "He aquí la esclava del señor"? Aquellos carteles, con los que intentamos trabajar y que pertenecen a esa época, producto del nacional-catolicismo, nos dejaban con la boca abierta. Y eso que algunos los vivimos en directo, pero casi no podíamos dar crédito. ¡Y la iglesia1 ¡Cuánto ha colaborado en ello!, y sigue colaborando.
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