Cuando tuve a mi primer hijo (no a mi primera hija), un bebito rubio de dulces facciones, los desconocidos que se acercaban a mirarlo solían decir, a pesar de su ausencia de pendientes y de su atuendo azul (que suelen ser indicadores inequívocos de sexo en las criaturas), pues solían decir, repito: “qué niña más bonita”. La primera vez, y la segunda, incluso la tercera, respondí amablemente: “Gracias, pero es un niño”. Y la bienintencionada señora (suelen ser ellas las que se acercan a piropear a los bebés ajenos) exclamó en las tres ocasiones: “¡Ah! ¡Un machote!”.
Para qué contar, me quedé estupefacta. Volví a mirar a mi hijo por si algún detalle se me había escapado, a pesar de mi absoluta y absorbente atención de madre. Pero no. Su aspecto era igualmente indefenso, dulce, inocente. Entonces decidí repasar mi concepto de machote. Y tampoco. Machote, del latín masculus, significa entre varias otras cosas que no vienen a propósito:
1. m. Animal del sexo masculino: bueno, vale, hasta ahí, pero un poco fuerte, ¿no? calificar así a una criaturita.
6. m. Hombre necio: no creo que fuera la intención de las buenas y simpáticas señoras insultar a mi niño.
13. adj. Fuerte, vigoroso: aquí empecé a ver la luz.
14. adj. Valiente, animoso, esforzado: ah, genial, era un “piropo”.
Ese piropo es de uso común, ya digo que lo entiendo bienintencionado, pero siempre me ha chocado muchísimo. En las sucesivas veces que le han dicho a alguno de mis hijos “¡Es un machote!”, yo he respondido con toda delicadeza: “No, señora, es un bebé”. Por mucho que me esforzara, no lograba ver en el diminuto ser las tópicas cualidades de agresividad, instinto depredador, fortaleza física, incapacidad para controlar los impulsos, etc. etc. que han ido siempre ligadas a la idea de “macho” (que no a la de hombre o de varón, que siempre han supuesto el paso de la civilización sobre todo eso). En fin, la acepción número 1 del diccionario de la RAE. No sé qué extraño placer puede encontrar ninguna madre en ver etiquetado a su retoño como “animal del sexo masculino”. Menos mal que el bebito no se entera. ¿O sí?
Las que quizá tampoco llegan a enterarse, digo yo, son las niñitas a las que no menos bienintencionados adultos llamas familiarmente “chochete”. Tratando de pensar bien y no tomarlo por una sinécdoque que no dejaría lugar a equívocos sobre cuál es la parte de la mujer que realmente importa, vuelvo al diccionario. Por supuesto, no cabe ninguna duda de que “chochete” es diminutivo de “chocho”, así que consulto esta última entrada. Y encuentro:
(Del mozár. šóš, y este del lat. salsus, salado, por prepararse así habitualmente).
1. m. altramuz (‖ fruto).
2. m. Confite, peladilla o cualquier dulce pequeño.
3. m. vulg. vulva.
4. m. Col. y R. Dom. Árbol leguminoso de hojas pubescentes y de semillas de color rojo encendido.
Lo de saladito me hace gracia, lo reconozco, pero no creo que se llame a las nenas “altramucitos”. Ni siquiera confites. Creo que se las llama “vulvitas”, aunque sea vulgarmente. Así que tengo que rendirme a la evidencia: sí que se trata de una sinécdoque. Menos mal que la niña no se entera. ¿O sí?
Yo creo que sí se enteran.
Para qué contar, me quedé estupefacta. Volví a mirar a mi hijo por si algún detalle se me había escapado, a pesar de mi absoluta y absorbente atención de madre. Pero no. Su aspecto era igualmente indefenso, dulce, inocente. Entonces decidí repasar mi concepto de machote. Y tampoco. Machote, del latín masculus, significa entre varias otras cosas que no vienen a propósito:
1. m. Animal del sexo masculino: bueno, vale, hasta ahí, pero un poco fuerte, ¿no? calificar así a una criaturita.
6. m. Hombre necio: no creo que fuera la intención de las buenas y simpáticas señoras insultar a mi niño.
13. adj. Fuerte, vigoroso: aquí empecé a ver la luz.
14. adj. Valiente, animoso, esforzado: ah, genial, era un “piropo”.
Ese piropo es de uso común, ya digo que lo entiendo bienintencionado, pero siempre me ha chocado muchísimo. En las sucesivas veces que le han dicho a alguno de mis hijos “¡Es un machote!”, yo he respondido con toda delicadeza: “No, señora, es un bebé”. Por mucho que me esforzara, no lograba ver en el diminuto ser las tópicas cualidades de agresividad, instinto depredador, fortaleza física, incapacidad para controlar los impulsos, etc. etc. que han ido siempre ligadas a la idea de “macho” (que no a la de hombre o de varón, que siempre han supuesto el paso de la civilización sobre todo eso). En fin, la acepción número 1 del diccionario de la RAE. No sé qué extraño placer puede encontrar ninguna madre en ver etiquetado a su retoño como “animal del sexo masculino”. Menos mal que el bebito no se entera. ¿O sí?
Las que quizá tampoco llegan a enterarse, digo yo, son las niñitas a las que no menos bienintencionados adultos llamas familiarmente “chochete”. Tratando de pensar bien y no tomarlo por una sinécdoque que no dejaría lugar a equívocos sobre cuál es la parte de la mujer que realmente importa, vuelvo al diccionario. Por supuesto, no cabe ninguna duda de que “chochete” es diminutivo de “chocho”, así que consulto esta última entrada. Y encuentro:
(Del mozár. šóš, y este del lat. salsus, salado, por prepararse así habitualmente).
1. m. altramuz (‖ fruto).
2. m. Confite, peladilla o cualquier dulce pequeño.
3. m. vulg. vulva.
4. m. Col. y R. Dom. Árbol leguminoso de hojas pubescentes y de semillas de color rojo encendido.
Lo de saladito me hace gracia, lo reconozco, pero no creo que se llame a las nenas “altramucitos”. Ni siquiera confites. Creo que se las llama “vulvitas”, aunque sea vulgarmente. Así que tengo que rendirme a la evidencia: sí que se trata de una sinécdoque. Menos mal que la niña no se entera. ¿O sí?
Yo creo que sí se enteran.
6 comentarios:
Que de tonterias está instalando el feminismo rancio y trasnochado como el que escribe este señora en este post...
¿ es que a los bebes varones no se les dice también "CHURRITA"?
¿Que pasa en ese caso?
ahhhhhhhhh que como es hombre pues nada....
¿ porque se le dice a los hombres y a los niños "gilipollas", " agilipollado" "cojonato"....?
¿ adonde los sinonimos estos contra las mujeres?
¿ me tengo que rasgar las vestiduras por esta afrenta a mi sexo varon?
que de tiempo libre y que poco trabajan las feministas, muchas viven de este eterno cuento de la discriminación de la mujer, que ya pasó hace muchos años
EL QUE ESTA DISCRIMINADO ACTUALMENTE ES EL HOMBRE
pues es verdad que se les dice churrita, y está igual de feo. Verá el señor anónimo: el artículo no va en contra de los varones, a poco que sepa leer: precisamente se dice en él que suelen ser "señoras bienintencionadas" las que emplean este tipo de piropos, y se ve igual de mal el uso de "machote" como el de "chochete": ambos son inadecuados y desproporcionados al tamaño de las criaturas.
Por cierto, que ya es hora de ir pensando en que sea necesaro firmar para publicar. Ya está bien de esconderse para desahogar frustraciones personales.
Este anónimo sólo ve lo que quiere ver; no va más allá de la crítica furibunda y repetitiva. Se ha convertido en un TROLL
¡No alimentemos al troll!
Hola buenos días.
Soy José Aurelio Espinosa, en alguna ocasión anterior he intervenido en este blog normalmente a favor de las políticas de igualdad e intentado rebatir las posiciones del "anónimo" anónimo, ¿me entendéis verdad?.
En primer lugar quiero felicitar a Meli por su estupenda intervención en la entrada, quién no quiera ver la intención de la misma, pues que siga con su ceguera.
En cuanto a la moderación de comentarios creo que "nuestro amigo" con su mentalidad va a considerar más que es una censura inquisitorial que una forma de evitar sus exabruptos. Siguiendo algunas de sus intervenciones en otras entradas del blog, creo sinceramente que lo utiliza como medio terapeútico. Probablemente se encuentra en estado paranoico debido a la malsana influencia de las "feministas" y los ... hombres seguidores de las mismas. Por tanto creo que no deberiáis ser demasiado duras en la moderación pues puede que en su estado de desesperación haga lo que "muchos hombres separados" hacen ante el acoso de sus parejas (claro que no aparecen en las estadísticas manipuladas por el Instituto de la Mujer).
¿Por cierto no os sorprende la cantidad de tiempo libre que tiene este anónimo?
Quiero mandar un saludo a todas las personas que administráis este blog y participáis en él. Hacéis de este blog un lugar muy agradable de visitar y concienciarse en coeducación.Por último me gustaría que entréis en el siguiente blog:
http://abriendolaspuertashacialaigualdad.blogspot.com/
Muchas gracias por tus palabras Jose Aurelio, es para nosotr@s un aliciente para seguir hacia delante, le guste o no a ciertas personas.
Acabo de ver el blog que comentas y me parece buenísimo, felicidades y paso a enlazarlo en nuestra red de coeducación.
Acabo de encontrar este blog y me ha gustado mucho.
Me dedico a la orientacion de familias y me gustaria saber si hay consejos sencillos y practicos que pueda dar a madres y padres para que se sensibilicen mas con la igualdad.
Por cierto, soy del genero masculino :)
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