Hoy, 10 de enero de 2009, un grupo de Mujeres y algunos hombres, se han apostado en el puente de Triana de Sevilla portando pancartas y repartiendo pegatinas para denunciar el asesinato de cientos de civiles palestinos en Gaza por el ejército israelí (según los datos publicados hoy en Público la "operación israelí ha costado ya la vida a 821 palestinos, de ellos 235 niñ@s y 93 mujeres". Añade el periódico que "desde el comienzo de la operación también han muerto diez soldados israelíes y tres civiles").
El frío intenso que se extendía por media España no fue obstáculo para permanecer hora y media silenciosamente ante el paso de transeúntes que cruzaban permanetemente el puente.
El acto convocado por "Mujeres de Negro de Sevilla" se une a la convocatoria de las Asociaciones de Mujeres de Andalucía y Marruecos para realizar actos que demuestren el rechazo total de todo tipo de ocupación.
Se trata de transmitir la idea de redes que unan voluntades, de puentes, de hilos, de lazos enviados para unir las orillas de los ríos, de los mares, porque el dolor es el mismo sea quien sea quien lo padece, porque la guerra es la bandera de la muerte, y porque como mujeres no pueden permanecer impasible ante la destrucción de sus hij@s, de sus vidas, de las esperanzas de vivir en un mundo mejor.
El acto terminó con un corte del tráfico durante cinco minutos. Abajo, en el Muelle de la Sal, el monumento de Chillida a la Tolerancia permanecía vigilando en la misma orilla del río como un grito desesperado contra la barbarie de la guerra.
El frío intenso que se extendía por media España no fue obstáculo para permanecer hora y media silenciosamente ante el paso de transeúntes que cruzaban permanetemente el puente.
El acto convocado por "Mujeres de Negro de Sevilla" se une a la convocatoria de las Asociaciones de Mujeres de Andalucía y Marruecos para realizar actos que demuestren el rechazo total de todo tipo de ocupación.
Se trata de transmitir la idea de redes que unan voluntades, de puentes, de hilos, de lazos enviados para unir las orillas de los ríos, de los mares, porque el dolor es el mismo sea quien sea quien lo padece, porque la guerra es la bandera de la muerte, y porque como mujeres no pueden permanecer impasible ante la destrucción de sus hij@s, de sus vidas, de las esperanzas de vivir en un mundo mejor.
El acto terminó con un corte del tráfico durante cinco minutos. Abajo, en el Muelle de la Sal, el monumento de Chillida a la Tolerancia permanecía vigilando en la misma orilla del río como un grito desesperado contra la barbarie de la guerra.
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